Pasear entre los puestos del Bazar de las Especias de Estambul supone todo un deleite para los sentidos, especialmente para el gusto y para el olfato. Y por ello, es uno de los lugares más visitados por los turistas, como complemento o alternativa al Gran Bazar, del que hablábamos en otro post. En este post te contamos cuál es su origen e historia, dónde se encuentra y, sobre todo, qué puedes comprar en él.
Origen, historia y ubicación del Bazar de las Especias
El Bazar de las Especias de Estambul se encuentra frente al muelle del ferry de Eminonu, muy cerca del Puente de Galata y del Cuerno de Oro. No lo busques por este nombre ni por su equivalente en turco: los locales lo conocen como Misir Çarsisi, que significa “mercado egipcio”. Es así porque, en su origen, se financiaba con los impuestos que se aplicaban a las mercancías llegadas de dicho país, que formaba parte del imperio otomano.
Hablamos del siglo XVII, momento de creación de este mercado. Tuvo una importancia capital, tanto a nivel local como internacional. A nivel local, porque su objetivo era, mediante las rentas del alquiler de sus puestos, proveer de fondos económicos a la Mezquita Nueva, a la que se adosó desde el comienzo. Y a nivel internacional, porque fue todo un hub para la importante ruta de las especias, que partía de China, Persia e India.
Qué comprar en el Bazar de las Especias
El Bazar de las Especias es más de lo que su nombre indica: no sólo se venden especias, sino también otros productos, especialmente gastronómicos. A continuación hacemos una pequeña selección de lo que puedes comprar, ya sea como recuerdo para traer a casa o para degustar en el momento.
#1. Especias
El primer lugar de esta lista lo deben ocupar, por supuesto, las especias y las hierbas aromáticas. El número de variedades que aquí se venden es de una riqueza inimaginable, y sólo los grandes expertos serán capaces de identificar todas. En cualquier caso, entre las más significativas están: azafrán iraní, pimienta roja picante, canela, tomillo, comino, té masala, té de menta… y un larguísimo etcétera. Pero más allá de ello, lo que realmente cautiva en estos puestos es el hecho de venderse a granel, al peso, lo que permite tenerlas muy cerca, casi a mano, con lo que eso supone para la vista y, sobre todo, para el olfato. ¡Uno podría pasear por el bazar con los ojos cerrados y lo disfrutaría tanto o más que con los ojos abiertos!
#2. Café
Es otro de los productos icónicos de Turquía y, como tal, no podía faltar en el Bazar de las Especias. De hecho, aquí está instalado el considerado principal proveedor de café de la ciudad, Kurukahveci Mehmet Efendi, donde se venden bolsas desde 50 gramos hasta 1 kg.
#3. Lokum o delicias turcas
Los lokum, traducidas a menudo como delicias turcas, son dulces tradicionales de este país, caracterizadas por su pequeño tamaño, su extrema dulzura y su textura blanda, al estilo de una gominola. Esto es así porque se elaboran a base de gelatina y almíbar, a lo que se puede añadir miel, zumo de fruta, harina fina, azúcar glas y trocitos de frutos secos, entre otros.
#4. Productos de otras regiones
En la actualidad, el Bazar de las Especias se ha convertido también en un magnífico escaparate para los productos gastronómicos de otras regiones de Turquía, tanto frescos como envasados. Cabe destacar, entre otros muchos, los quesos, como los de tipo Mihaliç (Balikesir y Bursa, con un punto picante y salado) o el queso Kelle (parecido al clásico parmesano). El aceite de oliva también es destacable, procedente de las áreas de clima más mediterráneo.
