Cuando uno piensa en la Turquía actual piensa en un país moderno, de religión mayoritariamente musulmana y muy volcado hacia la figura de Mustafa Kemala Atatürk, fundador de la república vigente. Pero también fue un lugar clave para otras civilizaciones del pasado más remoto. Por ello, algunos de los lugares míticos de Turquía lo son también para la Historia de otras civilizaciones. Sobre todo, algunos lugares famosos del mundo griego y del cristianismo primitivo, como los que enumeramos a continuación.
Troya: entre lo real y lo mitológico
Si por algo es conocida Troya fue por la mítica Guerra de Troya, narrada en el poema épico la Ilíada, de Homero. Y esa ciudad, de la que hay mucha información arqueológica pero también un gran halo de mitología, estuvo en la península de Anatolia, en la costa del mar Egeo, muy cerca de la entrada al Estrecho de Dardanelos. Su complejo recinto arqueológico está, para ser más concretos, en la colina de Hisarlik. En la actualidad, el Museo de Troya permite conocer más sobre la antigua ciudad y la mítica guerra, y muy cerca de aquí, en Çanakkale, hay una gran réplica del famoso Caballo de Troya. Y por si te lo habías preguntado: sí, Homero también era turco, quizás de Esmirna, aunque no hay documentos que certifiquen con exactitud cuál fue su lugar de nacimiento.
Midas: su reino y su capital, Gordio
Como habrás oído muchas veces, el rey Midas era víctima de una paradójica maldición: convertir en oro todo lo que tocaba. Era hijo bastardo de Zeus y su reino era Frigia, que se ubicaba en la región noroccidental de la península de Anatolia, pero acabó muriendo de hambre por culpa de su extraño poder. Por cierto, la capital de dicho reino era Gordio, fundada por Midas y su padre adoptivo, Gordias, y en dicha ciudad estaba el nudo gordiano, que Alejandro Magno cortó para proclamar su supremacía.
El monte Ararat: donde encalló el Arca de Noe
Lo que hoy Turquía no sólo fue un referente para civilizaciones que quedaban a su oeste, sino también para otras que venían del este. Y más concretamente, de la llamada Tierra Santa. Y de hecho, estos lugares se mencionan en la Biblia, tanto en el Antiguo Testamento como en el Nuevo Testamento. Uno de los episodios más importantes que ponen a Turquía en el mapa del Antiguo Testamento es el Monte Ararat, pues sería el único trozo de tierra que no quedó anegado por las aguas del Diluvio Universal y, por tanto, donde encalló el Arca de Noé. Por ello, esta mítica montaña, que es la más alta del país (5.137 msnm), es un lugar sagrado para judíos y para cristianos.
La Casa de la Vírgen en Éfeso
Tras el advenimiento de Jesús y el surgimiento del cristianismo, el territorio de la actual Turquía también acogió importantes episodios sagrados, y los lugares que los acogieron son hoy importantes lugares de peregrinación cristiana. El mejor ejemplo de ello es la Casa de la Virgen, ubicada muy cerca de Éfeso. Por supuesto, hay muchos hogares relacionados con la Sagrada Familia, desde el famoso Portal de Belén en el actual Israel hasta numerosas grutas en Egipto que les sirvieron de refugio durante su Huida. Pero según algunas interpretaciones, la Virgen María viajó con San Juan a Éfeso, huyendo de la situación conflictiva de Jerusalén. Y encontró cobijo en este lugar donde hoy se halla una construcción, probablemente de origen bizantino. Esta teoría se sustenta, en buena medida, en unas revelaciones que tuvo la religiosa alemana Ana Catalina Emmerick en el siglo XIX, siendo visitada posteriormente por distintos papas.