Esmirna es una ciudad que a menudo forma parte de nuestros circuitos por Turquía, en ocasiones como punto de inicio o de fin. Pero por la competencia de otros importantes destinos turcos (Estambul, Capadocia, Éfeso, Pamukkale…), no siempre es visitada por los turistas extranjeros. Sin embargo, todas las personas que enumeramos a continuación tienen motivos para viajar a Esmirna. Así que si tú eres uno de ellos, no prescindas de esta interesante ciudad bañada por el mar Egeo.
Amantes de la antigua literatura griega
Esmirna fue, probablemente, el lugar de nacimiento de Homero. Aunque no todos lo admiten por culpa de la falta de documentos, en esta ciudad se defiende a capa y espada esta posibilidad. Sea o no cierto, los expertos modernos sostienen que procedía de la antigua Jonia, región en la que se encuadraba Esmirna. Y se basan en rasgos lingüísticos de sus obras, entre las que destacan sin duda la Odisea y la Ilíada.
Peregrinos cristianos
Nuestro catálogo cuenta con varios circuitos de peregrinación para cristianos. Y Esmirna forma parte de algunos de ellos por su estrecha vinculación con el cristianismo primitivo. Por ejemplo, por haber sido una iglesia a la que San Juan se dirigió por carta desde Patmos, en su famoso Apocalipsis. De hecho, fue hogar de uno de sus discípulos, San Policarpo, al que se dedica un templo en la ciudad.
Judíos sefardíes (y no sefardíes)
Tras la expulsión de los judíos de la península ibérica (de España en 1492 y de Portugal en 1496), muchos de ellos (conocidos como sefardíes por ser Sefarad el nombre que éstos usan para ese territorio) tuvieron que buscar refugio en otras partes del mundo. Y fue el imperio otomano el que más receptivo se mostró. Muchos recalaron en Estambul, pero Esmirna fue una de las ciudades que más sefardíes acogió. Prueba de ello son las numerosas sinagogas de este tipo que aún hoy se conservan. No obstante, en el conocido como barrio judío, en torno a la Havra Sokağı (calle de la sinagoga), hay muchos otros templos judíos de distinto origen e igualmente interesantes. Algunas de ellas, en estado ruinoso, pero otras en perfecto funcionamiento, repletas de belleza, destacan la de La Senyora y la de Bet Hillel.
Cruceristas por el Egeo
Esmirna es la tercera ciudad más grande de Turquía, y el segundo gran puerto del país. Y gracias a su hermosa ubicación en plena costa del Egeo, no es de extrañar que sea un lugar donde recalan a diario grandes barcos que realizan distintas rutas por el Mar Egeo, incluyendo las Islas Griegas. Tras atracar, es posible realizar excursiones por la ciudad o sus alrededores, impulsando el comercio y la hostelería locales. Es por ello que sus principales iconos turísticos, como pueden ser el paseo marítimo (Kordon), el Mercado de Kemeralti y la plaza Konak Meydani con su torre del reloj, siempre se ven repletos de turistas.
Viajeros en busca de ocio
Entre los propios turcos, Esmirna tiene fama de ser la ciudad más abierta y animada del país. Su carácter costero influye en ello, pero también un dinamismo económico que ha favorecido un cierto cosmopolitismo. Es por ello que aquí se ubican numerosos locales de ocio nocturno, pero también bares donde disfrutar de la especialidad de café local, el fincanda pisen Turk kahvesi, en taza y no en recipiente de cobre. También es una ciudad dinámica a nivel académico, con gran presencia de estudiantes: desde universitarios a turistas lingüísticos que llegan hasta aquí para aprender turco.
Estos son sólo cinco motivos para viajar a Esmirna, pero cada cual puede encontrar el suyo, pues la ciudad ofrece otras muchas caras: arquitectura contemporánea, restos arqueológicos romanos, música clásica, jazz y folclore… Así que si quieres organizar un viaje a tu medida a Esmirna, no dudes en contactarnos.