Turquía es un país muy grande y poblado. Y por tanto, su realidad social es muy diversa, tanto en lo relativo a las etnias como a la demografía. En esta página intentamos abordar las cuestiones principales para que comprendas mejor cómo es la población que te rodeará y con la que interactuarás durante tu viaje.
Antes de entrar a analizar las diferentes etnias, los datos generales de la sociedad de Turquía son interesantes para conocer su realidad e identidad. En términos totales, en Turquía hay algo más de 85 millones de habitantes (a fecha de junio de 2023). De ellas, más del 75% aproximadamente vive en áreas urbanas, lo que ha provocado que la densidad de población sea realmente alta en algunas ciudades, siendo Estambul el caso más paradigmático, con casi 2.700 habitantes/m2, y con otros ejemplos no menos llamativos, como los casi 1.800 habitantes/m2 de la capital, Ankara.
A día de hoy, se trata de una sociedad bastante joven, con más del 22% de personas de entre 0 y 14 años y menos del 10% por encima de los 64 años. Sin embargo, se aprecia un estancamiento: la tasa de fertilidad de las mujeres se sitúa en torno al 2%. Y a diferencia de otros países musulmanes, su índice de crecimiento demográfico ha ido cayendo en las últimas décadas, con alguna subida puntual, como en los primeros años de la década de 2010. Pero ya en los primeros años de la década de 2020, esa tasa era inferior al 1%.
En cualquier caso, parte de ese crecimiento poblacional se debe al aumento de la esperanza de vida al nacer, que ha subido considerablemente en las últimas décadas. En la actualidad, la de las mujeres ronda los 82 años, mientras que la de los hombres se sitúa en unos 76 años, para una media aproximada de 79 años.
Aunque la mayoría de habitantes de Turquía son turcos étnicos, en este país conviven otras muchas personas con otras identidades sociales: más de una decena, como mostramos a continuación.
En la sociedad de Turquía hay una gran mayoría de turcos, entendidos éstos desde un punto de vista etnográfico (puesto que la Constitución se refiere a los “turcos” como todos aquellos que tengan ciudadanía). Sin embargo, si hablamos de turcos étnicos, las diferentes cifras que se manejan hablan de unos 65 millones de turcos en el país.
El elemento distintivo del pueblo turco moderno es su idioma, el turco, de familia túrquica. El otro gran rasgo identitario es la religión musulmana de rama suní, aunque también hay personas que profesan la rama chií (aleví) y otras religiones o que no demuestran una especial significación religiosa.
Los turcos modernos provienen de los pueblos túrquicos, que en un principio eran nómadas y posteriormente acabaron asentándose en Asia Menor en la Edad Media. La primera mención que se hace de ellos se remonta al siglo VI, cuando fuentes chinas los sitúan en Mongolia. Pero hace aproximadamente un milenio se fueron desplazando hacia Occidente, absorbiendo tradiciones y rasgos culturales de otros pueblos con los que entraron en contacto, especialmente los persas, de quienes tomaron la religión islámica, y el gran mosaico de pueblos y civilizaciones de Asia Central.
Los selyúcidas fueron los primeros túrquicos en establecer una entidad política importante, creando un verdadero imperio, y posteriormente fueron reemplazados por los otomanos, también túrquicos aunque con una mayor vocación de integración y mestizaje con otros pueblos dominados.
Una vuelta de tuerca más llegó a comienzos del siglo XX, con Mustafa Kemal Atatürk (que, literalmente, significa “padre de los turcos”), que promovió la República de Turquía y un gran proceso de asimilación identitaria con el de la nueva patria. Hasta entonces, el concepto “türk” se empleaba más bien para la población rural, pero posteriormente adoptó una connotación positiva y se acabó empleando para todos.
Sin embargo, es interesante saber que los turcos no sólo están presentes en Turquía: debido a diferentes movimientos poblacionales, hay millones de turcos en otros países. En especial, en Alemania, adonde emigraron en masa en los años 50 y donde se estima que hay unos 4 millones. Otros países con numerosa población turca son Reino Unido, Países Bajos, Bélgica, Austria o Suiza, por emigración, así como otros por cercanía e incluso ciertos vínculos culturales e históricos, como Macedonia, Grecia, Bulgaria o Ucrania. También hay importantes poblaciones en otros países fronterizos al este, como Georgia, Irak o Siria. Además, otros turcos ‘autóctonos’ son los de la República Turca de Chipre (estado con reconocimiento internacional limitado).
En el Tratado de Lausana (1923), que selló las fronteras de la Turquía moderna tras la Primera Guerra Mundial y la guerra griego-turca (llamada de Independencia por Turquía), habla de tres minorías: griegos, armenios y judíos. Pero lo cierto es que su situación actual ha variado mucho desde aquel momento.
En primer lugar, habla de los griegos, quienes habían ejercido previamente su dominio en buena parte del territorio turco. Pero desde entonces se llevó a cabo lo que se llamó el ‘intercambio de poblaciones’, para evitar problemas sociales de aquellos que permanecieran en territorio ‘contrario’ tras la guerra griego-turca. Por esa razón, muchísimos turcos regresaron al país desde su vecino europeo, pero también muchos griegos abandonaron el país entonces. En la actualidad resulta difícil saber cuántos griegos viven en Turquía, pues no hay censos oficiales al respecto, pero deben limitarse a algunos miles.
Por lo que respecta a los armenios, la situación no es menos tensa. Más bien todo lo contrario, sobre todo a raíz del episodio (no reconocido por Turquía, al menos en su totalidad) llamado ‘genocidio armenio’, en los estertores del imperio otomano, cuando un número altísimo de armenios (más de 1 millón, según algunas fuentes) fueron ejecutados o deportados forzosamente. Por esta situación, la población armenia en Turquía tampoco es significativa en términos cuantitativos, y la frontera entre ambos países permanece cerrada indefinidamente (2023).
Una situación distinta ha vivido el pueblo judío en Turquía: el imperio otomano fue una de las pocas entidades políticas musulmanas que protegió a los judíos y los recibió con los brazos abiertos, como los sefardíes españoles expulsados en 1492, sabedores de la capacidad y preparación de este pueblo. Desde entonces, se asentaron de manera efectiva en diferentes lugares del imperio, especialmente en Estambul. Y aunque muchos judíos emigraron al recién creado estado de Israel a mediados de siglo XX, aún viven aquí decenas de miles de judíos, lo que supone una de las comunidades hebreas más numerosas fuera de Israel. En la sección dedicada a la religión, puedes conocer más datos sobre los judíos en Turquía.
Estas tres minorías, por tanto, no son numerosas, pero son importantes en términos legales: la Constitución, por el hecho de tener esta consideración de ‘minoría’, prohíbe la discriminación de quienes pertenezcan a ellas.
Se calcula que hay unos 15 millones de kurdos en Turquía. La mayoría habitan las regiones montañosas del sureste del país, en una amplia zona que va desde Malatya y Elazig al este, Erzurum y Kars al norte y las fronteras con Armenia, Irán, Irak y Siria al sureste, con el Lago Van y la ciudad de Diyarbakir como epicentros icónicos.
Por tanto, en términos numéricos, los convierte en la segunda etnia más numerosa es la kurda. Pero esto es motivo de debate e incluso polémica para muchos, puesto que de manera oficial y extraoficial, los kurdos no han recibido esta consideración de minoría: en buena medida, se les ha considerado “turcos de las montañas”, pese a las históricas reivindicaciones de la comunidad kurda, que no se sienten así.
El pueblo kurdo es de carácter iranio, puesto que esa es la familia de su lengua, el kurdo. En buena medida son musulmanes suníes, aunque también hay kurdos que mantienen la religión tradicional kurda, que es el yazidismo, anterior al Islam y, aunque es monoteísta y tiene algunos aspectos en común con el sufismo islámico, también demuestra influencias del zoroastrismo persa y otras religiones mesopotámicas.
Los pertenecientes a esta etnia suman una población de entre 35 y 45 millones de personas, repartidas entre diferentes países, especialmente los ubicados en Asia Menor y Oriente Próximo: Irán, Irak, Siria y Turquía, siendo este último el que tiene mayor número de kurdos en su territorio.
Las peticiones mínimas de los kurdos en Turquía es el reconocimiento de su lengua y otras concesiones relacionadas con su cultura e historia. Y la aspiración última del pueblo kurdo es lograr un estado propio e independiente, el Kurdistán, un deseo que en Turquía ha estado canalizado por el PKK (Partido de los Trabajadores del Kurdistán), fundado en 1978, pero al tratarse de un partido con brazo militar que no ha renunciado a la lucha armada para alcanzar sus metas, fue declarado ‘organización terrorista’ por parte de Turquía, Estados Unidos y la Unión Europea.
Además de griegos, armenios, judíos y kurdos, hay otros grupos étnicos y sociales con presencia en Turquía, fruto de diferentes procesos históricos y repartidos por diferentes ciudades y regiones, según el caso. Esta es una lista con los más importantes:
Conviene no confundir los siríacos católicos, presentes en Turquía desde hace mucho tiempo, con los refugiados sirios que, a raíz del conflicto civil que ha vivido su país desde 2016, se vieron forzados a abandonar sus casas y a buscar protección aquí. De hecho, Turquía es el país que más refugiados ha acogido de este país, con más de 2 millones, una cifra a tener en cuenta por su impacto en la sociedad.
Y además, según datos de ACNUR (Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Refugiados), es el país que más refugiados ha acogido en su territorio, con 3,6 millones (procedentes también de otros países con tensiones sociales, como Irak y Afganistán), lo que da cuenta del carácter hospitalario de la sociedad de Turquía.
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