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La costa turca del Mar Egeo estuvo plenamente integrada en el complejo y vasto mundo de la Antigua Grecia, y también en el de sus herederos, los romanos. Y al legado de su avanzada cultura y saber se suman las aportaciones de los pueblos que les sucedieron: bizantinos, otomanos, etc. Por si fuera poco, también hay que contar los lógicos atractivos de los destinos costeros, principalmente en forma de naturaleza y actividades. En suma: una región con un magnetismo especial, que atrae a viajeros de todo tipo.
La Costa del Mar Egeo en Turquía se extiende, aproximadamente, desde el comienzo del Estrecho de Dardanelos hasta la ciudad de Marmaris. Aguas adentro, este mar se caracteriza por las innumerables Islas Griegas, que se pueden recorrer en un crucero. Y su litoral aparece suavemente accidentado con colinas verdes, aguas limpias y zonas de baño con encanto, donde se concentran destinos de lo más interesante y concurrido.
Aunque el relax de unas vacaciones de sol y playa atraen a turistas todo el año, también tienen ese poder los hitos culturales en forma de espectaculares yacimientos arqueológicos, museos de primer orden y construcciones otomanas. Este es un listado de los principales destinos a los que te podemos llevar.
El puerto antiguo de la ciudad, no siempre en óptimas condiciones, fue la gran puerta de acceso para los comerciantes y sus mercancías, procedentes de todo el Mediterráneo y más allá. Hoy en día, Éfeso es uno de los mayores y mejor conservados yacimientos arqueológicos del mundo, en cuyos alrededores está la casa que se cree utilizó la Virgen María tras su huida de Jerusalén.
Empleada a menudo en circuitos por su estratégica ubicación, Kusadasi ofrece también algunos atractivos con encanto, principalmente en torno a su castillo (Yılancı Burnu), así como los dos espacios verdes de la ciudad, en especial la Isla de las Palomas. Y no faltan las propuestas de ocio infantil para quienes viajan con toda la familia.
Bodrum no es una ciudad costera al uso: esta ciudad, que fue la antigua Halicarnaso, mantiene un cierto aire bohemio y exclusivo, lo que atrae a los viajeros más premium. Navegar por sus aguas o frecuentar sus centros de wellness están entre las opciones preferidas de sus visitantes de alto nivel, que son la mayoría en la ciudad.
Esmirna es la tercera ciudad más grande de Turquía. Pero eso no ha impedido la conservación de monumentos icónicos, como la puerta de Adriano. Por su dinamismo y su carácter abierto y liberal, la ciudad ofrece un amplio listado de planes de ocio para toda la familia.
Marmaris es quizás la ciudad más destacada en lo que a ocio nocturno se refiere, algo muy ligado a los destinos de costa. Su reconstruido castillo le da un toque pintoresco a este destino que hará las delicias de los viajeros que sólo buscan diversión como colofón final a su circuito.
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