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Bodrum

Bodrum: majestuosidad antigua y bohemia presente, con toques de exclusividad

Bodrum es uno de los destinos de sol y playa más interesantes de Turquía precisamente porque se aleja del prototipo de ciudad-resort sin más interés que playas abarrotadas y pulseritas de todo-incluido en el hotel. Y se entiende con sólo pronunciar su nombre antiguo: Halicarnaso. Este lugar ocupó una posición destacada en la Antigua Grecia y sus civilizaciones anteriores y posteriores, y desarrolló tiempo después un cierto aire bohemio del que todavía no se ha desprendido, para deleite de sus visitantes. En esta página te contamos todo lo que debes saber sobre la actual Bodrum: qué ver, qué hacer y otras informaciones de interés.

Tabla de contenidos

Dónde está Bodrum

Bodrum es una ciudad de unos 200.000 habitantes situada en la provincia de Mugla, en la Región del Egeo. Por tanto, en el sector suroccidental de la península de Anatolia. De hecho, es uno de los destinos más meridionales de esta zona, puesto que poco después esta costa adopta otro nombre y otra consideración: la Costa Mediterránea. 

A continuación mostramos un listado con las distancias que separan a Bodrum de otros destinos de interés en el país, tanto en sus inmediaciones como en otros puntos más apartados:

  • Kusadasi: 150 km
  • Marmaris: 160 km
  • Éfeso: 170 km
  • Fethiye: 230 km
  • Esmirna: 230 km
  • Pamukkale: 250 km
  • Antalya: 425 km
  • Konya: 620 km
  • Ankara: 700 km
  • Estambul: 715 km
  • Capadocia (Kayseri): 900 km
  • Trebisonda: 1.450 km
  • Van: 1.850 km


Pero la ubicación específica de Bodrum es, en sí misma, un factor de interés para el visitante. Está enclavada en la península del mismo nombre, rodeada de suaves colinas verdes y trufada de pequeñas playas y calas, donde darse un baño resulta una experiencia de lo más agradable, al igual que recorrer su litoral a bordo de una embarcación privada.

Clima de Bodrum

El clima, como es lógico, también ayuda a posicionar a Bodrum como uno de los destinos de sol y playa más atractivos de Turquía. A pesar de su genérica clasificación como mediterráneo de verano cálido y seco (Csa en la tabla de Köppen), hay algunos detalles que la diferencian de otras ciudades costeras. Por ejemplo, su mayor pluviosidad (unos 700 mm al año, con casi 80 días de precipitaciones). 

Pero para suerte de sus turistas, prácticamente toda esa pluviosidad se concentra en la temporada baja, entre los meses de noviembre y marzo, cuando la temperaturas son también más frescas, aunque rara vez bajan de 8º. En cambio, el resto del año el clima de Bodrum se muestra mucho más agradable, con jornadas realmente cálidas en verano, pudiendo acercarse o incluso superar los 40º en determinados casos.

Cómo llegar a Bodrum

Son varias las opciones de transporte para llegar a Bodrum, literalmente por tierra, mar y aire. A continuación hacemos un repaso a todas ellas.

Cómo llegar a Bodrum en avión

La forma más cómoda de llegar hasta Bodrum es en avión, especialmente si lo haces desde otros puntos alejados de Turquía o incluso deseas volar directamente desde tu país. 

El aeropuerto que da servicio a la ciudad se llama Milas-Bodrum y se encuentra ubicado a unos 35 km al noreste, distancia que se completa en aproximadamente media hora por carretera. Este trayecto se puede realizar en autobuses-lanzadera, pero también en taxi.

Aunque no es el más grande de Turquía, sí ofrece algunas rutas aéreas internacionales, que aumentan en variedad y frecuencia en temporada alta, incluso con vuelos chárter. Este es un listado genérico de los destinos desde los que se puede volar rumbo a Bodrum (código IATA: BJV):

Chisinau (Moldavia), Viena (Austria), Bakú (Azerbaiyán), Belgrado (Serbia), Londres, East Midlands, Newcastle, Glasgow, Leeds/Bradford, Belfast, Birmingham, Cardiff, Bournemouth, Doncaster, Exeter, Bristol, Edimburgo, Liverpool (Reino Unido), Sofía (Bulgaria), Eindhoven, Groningen, Ámsterdam, Rotterdam/La Haya (Países Bajos), Dublín (Irlanda), Zúrich (Suiza), Katowice, Poznan, Varsovia, Cracovia (Polonia), Moscú (Rusia), Frankfurt, Múnich (Alemania), Ciudad de Luxemburgo (Luxemburgo), París (Francia), Bruselas, Lieja, Ostende (Bélgica).

Además, el aeropuerto de Milas-Bodrum también está conectado con otros de Turquía, como es el caso de Ankara, Estambul, Antalya, Trebisonda, Samsung o Gaziantep.

Cómo llegar por carretera a Bodrum

Para acceder a Bodrum en coche es necesario tomar la autovía D330, que es un ramal que se desvía del gran eje de comunicación de la región: las autovías D525-D400, que transcurre en paralelo a la costa. Además, si vienes desde Bodrum y su entorno, puedes valorar la posibilidad de tomar un ferry en el que transportar tu coche, pues dependiendo del momento, puede resultar más rápido que conducir bordeando la costa.

A continuación puedes consultar el tiempo de conducción desde los principales destinos turísticos de Turquía:

  • Kusadasi: 2 horas y 15 minutos
  • Marmaris: 2 horas y 20 minutos
  • Éfeso: 2 horas y media
  • Fethiye: 3 horas y 15 minutos
  • Esmirna: 3 horas
  • Pamukkale: 3 horas y media
  • Antalya: 5 horas y 15 minutos
  • Konya: 8 horas
  • Ankara: 8 horas y media
  • Capadocia (Kayseri): 11 horas y media
  • Trebisonda: 18 horas
  • Van: 22 horas y media

Cómo llegar a Bodrum en barco

Bodrum cuenta con un notable puerto marítimo con capacidad para acoger grandes cruceros. Y precisamente por ello, este destino se encuentra en el programa de importantes rutas que recorren la costa turca y las islas griegas del Egeo. En realidad, el puerto empleado para los cruceros es el nuevo, ubicado al sur de la ciudad, aunque el antiguo (el puerto del castillo) sigue teniendo actividad. 

En lo que respecta a las líneas regulares de ferry, son varias las rutas que suelen ofrecer una cierta frecuencia de salidas: hasta las islas griegas de Cos, Rodas, Patmos o Kalimnos, y también hasta el destino vacacional de Datça, en la misma provincia de Mugla pero más al sur, ubicada en una alargada península que la hace convivir con otras muchas islas a su alrededor. Hasta aquí llega el mencionado ferry en el que es posible transportar el coche para agilizar determinados desplazamientos.

Cómo llegar a Bodrum en autobús

Dado el tirón turístico de Bodrum, hasta aquí llegan diferentes líneas de autobús procedentes de otras ciudades cercanas e incluso de otros puntos estratégicos del país, como Estambul, Ankara o Capadocia. Sin embargo, dado que el perfil del turista de Bodrum es de un cierto nivel, este medio de transporte no goza de la popularidad de otros, como el avión. 

En cualquier caso, si esta es tu opción predilecta, puedes tener en cuenta que algunos de estos autobuses son nocturnos, con espaciosidad y comodidades adicionales con respecto a otros autocares de línea regular estándar. Algunas de las compañías que ofrecen este servicio son Kamil Koç y Pamukkale, con servicios específicamente dirigidos a turistas, pues la red de transporte público en la región es limitada.

Cómo llegar a Bodrum en tren

Por desgracia, Bodrum carece de estación de tren, puesto que la red ferroviaria no pasa por aquí. Las estaciones de tren más cercanas se encuentran a unos 150 km al norte, en una línea de desarrollo este a oeste y que deja sin servicio al sur de la costa del Egeo y a la Costa Turquesa… aunque ese toque apartado y relativamente aislado del entorno le da un cierto encanto.

Mar en Bodrum

Un poco de Historia

Basta mencionar varios detalles sobre la Bodrum antigua (llamada Halicarnaso), ubicada en la llamada región de Caria, para darse cuenta del renombre que tuvo para los griegos, quienes por cierto la fundaron, aunque ellos mismos reconocieron a un hijo de Poseidón, Anthas, como su verdadero fundador y protector.

La primera curiosidad es que aquí nacieron grandes intelectuales, como Dionisio de Halicarnaso (siglo I a.C) y, sobre todo, Heródoto (siglo V a.C), historiador, geógrafo y, de alguna manera, precursor del turismo pues para obtener información emprendió grandes viajes que le llevaron, por ejemplo, al Antiguo Egipto.

Pero sin duda, quien más gloria dio a la antigua Halicarnaso fue Mausolo, sátrapa de los dominadores persas (pues reinó en su nombre a mediados del siglo IV a.C) y, sobre todo, su esposa Artemisia II de Caria: esta última mandó construir un gran monumento funerario a su difunto esposo y fue de tal magnitud y majestuosidad, que pasó a considerarse una de las Siete Maravillas del Mundo Antiguo y una referencia para todos los monumentos funerarios posteriores… de ahí el nombre actual de mausoleo para esa tipología de construcción.

Sin embargo, esa dominación persa fue breve y, con el tiempo, acabó cayendo del lado de Alejandro Magno y su imperio, y gobernada posteriormente por sus sucesores. Y aunque gozó de un breve periodo de independencia en el siglo II a.C, a finales de esa centuria quedó bajo el control de los romanos, grandes dominadores del Mediterráneo para entonces. 

Con el auge del cristianismo, Halicarnaso pasó a ser una destacada sede episcopal, pero paralelamente su situación económica y social fue deteriorándose cada vez más, debido sobre todo a sucesivos terremotos que, además, destruyeron por completo el Mausoleo de Halicarnaso. Bárbaros, árabes y piratas del Mediterráneo hostigaron esta plaza, y bizantinos no consiguieron reflotar la ciudad, de tal modo que para el siglo XIV, los caballeros cruzados de la Orden de San Juan reutilizaron los sillares de las ruinas del Mausoleo para construir el Castillo de San Pedro de Halicarnaso. El nombre que recibió fue Petronium, y de ahí parece proceder el nombre actual de la ciudad.

Hoy ese castillo es uno de sus mayores atractivos turísticos, aunque el fracaso del proyecto cristiano para Tierra Santa y la posterior conquista otomana propició que esta fortaleza ocupara un lugar relativamente secundario. De tal manera, Bodrum quedó más bien como un pequeño pueblo de pescadores donde no pasaban demasiadas cosas.

De hecho, la función que desempeñó Bodrum en centurias posteriores fue precisamente la de lugar de destierro de personajes incómodos para el poder central, especialmente tras la instauración de la República de Atatürk. Así ocurrió con intelectuales y políticos críticos que, inspirados por la belleza del lugar y la evocación de sus ruinas, concibieron Bodrum como un lugar idílico para un retiro dorado. El precursor de esta corriente fue el escritor Cevat Sakir Kabaagacli, y otros intelectuales siguieron sus pasos.

No fue hasta finales del siglo pasado cuando Bodrum se abrió al turismo, especialmente a turistas internacionales con alto poder adquisitivo y deseos de un lugar vacacional idílico y bohemio para sus días de descanso.

Qué ver en Bodrum

Qué ver en Bodrum

En Bodrum encontrarás atractivos interesantes para visitar en tu viaje, tanto si te gustan los paisajes pintorescos de costa como si amas la historia e incluso si te emocionas evocando las glorias pasadas… aunque frente a tus ojos sólo haya ruinas arqueológicas. Un compendio de todo ello conforma Bodrum, que mantiene su aire acogedor gracias en buena medida por la prohibición de construir edificios de cierta altura. 

Relacionados con la antigua Halicarnaso hay bastantes propuestas. La más destacada es el conjunto arqueológico del Mausoleo, una de las Siete Maravillas del Mundo Antiguo. En el recorrido verás restos de escalinatas, columnas, lienzos del muro original y algunos detalles más. Pero por desgracia, no se conserva mucho más debido a la destrucción causada probablemente por los terremotos de la Edad Media, por el traslado de sillares para la construcción del castillo y también porque algunas de sus esculturas más valiosas fueron a parar al Museo Británico, entre ellas la del rey de Caria Mausolo y la de su esposa Artemisia.

Mejor se conserva el Teatro Antiguo, construido en el siglo IV a.C aprovechando la pendiente de la ladera de la montaña. Aún hoy es sede de conciertos y obras de teatro, lo que conforma un marco inmejorable para este tipo de eventos culturales. Otros restos arqueológicos en desigual estado de conservación se reparten por la ciudad, entre los que destaca la Puerta de Mindos, que formaba parte de la muralla mandada construir por Mausolo en el siglo IV a.C. Para llegar hasta esa puerta es necesario realizar un pequeño ascenso, pues está ubicada en una posición elevada. El premio no sólo es contemplar esta construcción de grandes sillares, sino también las vistas panorámicas de su entorno. 

Lo mismo ocurre con otros monumentos llenos de encanto en Bodrum: los molinos de viento. Son siete en total y su construcción es mucho más reciente (siglo XVIII), pero nos hablan de la humilde labor de moler el grano para producir harina, en aquella pequeña localidad que para entonces vivía principalmente de la pesca. Su mirador regala una de las estampas más hermosas de la ciudad.

Pero si nos dejamos llevar por la vista, el monumento más imponente de Bodrum es su castillo, construido por los Caballeros Hospitalarios en el siglo XV, que tenían una de sus plazas fuertes en la cercana isla de Rodas. Con un poco de observación, el visitante descubrirá que muchos de sus sillares proceden del antiguo Mausoleo. Lo dedicaron a San Pedro, pero tras la conquista otomana sufrió modificaciones, como la conversión de la capilla en mezquita, con su correspondiente minarete, aunque en este caso no tan prominente como en otros templos del país.

En cualquier caso, lo que aloja este castillo no tiene nada que ver con religiones ni guerras: alberga el Museo de Arqueología Submarina, de gran interés para descubrir la riqueza que esconden las aguas del Mar Egeo y que se remonta a tiempos del mundo antiguo, en muchos casos: desde ánforas procedentes de todos los rincones del Mediterráneo hasta joyas egipcias e incluso el rico ajuar de una princesa caria.

No hay que confundir dicho museo con el Museo Marítimo de Bodrum, que en este caso está dedicado a la tradición marinera y de pescadores de la ciudad, exponiendo maquetas de embarcaciones y material didáctico sobre los usos, utensilios y técnicas locales.

Qué hacer en Bodrum

Qué hacer en Bodrum

Para ser un destino de costa, en Bodrum no encontrarás ni masificación ni ocio nocturno desbordante, lo cual no quiere decir que la ciudad quede desierta al caer el sol Lo que ocurre es que el ambiente que reina aquí es más idílico y sereno, y eso se traslada a las actividades y propuestas para los turistas.

Los paseos en yate o pequeñas embarcaciones a motor o vela representan uno de los planes estrella de la ciudad: navegar y contemplar desde el mar el Castillo de Bodrum, sus puertos o la agradable silueta de pequeñas colinas es toda una experiencia. No obstante, quienes buscan opciones más deportivas y enérgicas, como el kayak, también las podrá encontrar sin dificultad.

En tierra firme, el bienestar tiene mucho que ofrecer: aquí surgen propuestas de relajación, a menudo en centros de wellness que combinan los baños turcos con masajes y terapias modernas. Además, el yoga y la meditación son opciones muy en sintonía con el espíritu de Bodrum, y por ello no faltan.

Calles de Bodrum

Información de interés en Bodrum

En Bodrum, la única oficina de información turística está en la zona del castillo y del puerto de la ciudad, y brinda material básico sobre los monumentos y actividades en la ciudad. Su horario de apertura no es muy amplio, pero puede ser de ayuda para organizar el día.

Cómo moverse por Bodrum

La red de transporte público de Bodrum es modesta, con pocos autobuses que discurren por las zonas turísticas, por lo que la opción más recomendable es moverse en taxi o vehículo privado. Sí son más variadas las opciones de autobuses interurbanos para recorrer la península de Bodrum, pero disponer de un vehículo propio (alquilado o con chófer) es lo más rápido, cómodo y efectivo para moverse con libertad y autonomía.

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