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Kusadasi es conocida por ser la puerta de entrada a Éfeso, a través de su puerto marítimo, uno de los más grandes de la costa del Egeo. Sin embargo, si en tu viaje a Turquía tienes tiempo de sobra para recorrer esta pequeña ciudad turística, tu decisión estará cargada de razones… como las que te damos en esta página: aquí te contamos qué ver y qué hacer en Kusadasi, así como otras informaciones de interés para manejarte por la ciudad.
Kusadasi se encuentra enclavada en plena costa turca del Mar Egeo. Y más concretamente, en un lugar inmejorable: en una hermosa bahía rodeada de algunas elevaciones verdes que le dan un toque agradable al panorama. Además, se encuentra a escasos kilómetros en línea recta de Samos, una de las islas griegas más hermosas y visitadas del país vecino, y muy cerca también de otras atracciones naturales y culturales de la zona.
Se trata de una ciudad que sobrepasa los 130.000 habitantes (según el censo de 2022) y forma parte de la provincia de Aydin. Esta es una lista de distancias que separan a esta ciudad de otros destinos de interés de Turquía:
Por su ubicación y latitud, el clima de Kusadasi es especialmente amable para el viajero, prácticamente todo el año, lo que supone un atractivo en sí mismo. Sus inviernos son suaves, con temperaturas que rara vez bajan de los 6ºC en sus días más fríos, y su régimen de precipitaciones se concentra entre noviembre y marzo, con un día lluvioso de cada tres, de media. Sin embargo, desde la primavera hasta los primeros compases del otoño, las temperaturas se vuelven calurosas pero sin llegar a ser agobiantes, pues los termómetros solamente superan ligeramente los 30ºC en los meses de julio y agosto. Y en esos meses, las precipitaciones son muy bajas, prácticamente inexistentes en verano.
Como indicábamos más arriba, el puerto de Kusadasi es una de las grandes puertas de entrada a la ciudad y a otros destinos cercanos. Pero no es la única opción posible para llegar hasta aquí, como explicamos a continuación. Y de hecho, en nuestros circuitos por Turquía solemos hacer uso del avión y del transporte por carretera para traer a nuestros viajeros a Kusadasi.
Para quienes desean llegar a Kusadasi desde otros puntos de Turquía, es decir, sin proceder de un crucero por el Mar Egeo, el avión se presenta como la opción más rápida: si bien no existe un gran aeropuerto internacional en sus inmediaciones, sí cuenta con dos de gran tráfico de aviones relativamente cerca.
El primero es el aeropuerto de Esmirna-Adnan Menderes, a unos 65 km al norte de la ciudad. Para conocer más sobre sus rutas aéreas, puedes consultar las páginas de Cómo llegar a Turquía o la página de destino de Esmirna. Existen autobuses lanzadera (havas) desde este aeropuerto hacia Kusadasi con varias salidas diarias y una duración de 90 minutos el trayecto, pero quienes deseen llegar en transporte público, los autobuses (más económicos pero mucho más lentos) paran antes en la ciudad de Selçuk (junto a Éfeso) y allí es necesario realizar un trasbordo. En taxi o vehículo privado, el trayecto dura una hora aproximadamente.
El otro aeropuerto que se puede tener en cuenta para llegar a Kusadasi es el de Milas-Bodrum, situado a unos 120 km al sur de la ciudad. Sin embargo, la combinación de transporte para llegar desde aquí es muy escasa (tanto de autobuses lanzadera como de transporte público). Por tanto, la única opción factible para llegar desde aquí es el taxi privado, con un trayecto que dura algo menos de dos horas.
Por Kusadasi pasa la autopista D515, que se puede considerar un ramal costero de la D525, carretera que recorre este sector suroccidental de la península de Anatolia. Dicha D515 se puede tomar tanto en Selçuk (al norte) como en los alrededores de Soke (al sur), lo que agiliza el trayecto desde Esmirna y el norte pero también desde Bodrum y el sur. Para llegar desde el este y, por tanto, desde el corazón de Anatolia (por ejemplo, Capadocia o Konya), es necesario acceder por la D550, pasando por la capital de provincia Aydin.
Este listado con los tiempos de conducción desde otras ciudades te resultará útil para hacerte una idea:
En cambio, si tu opción es la carretera pero en transporte colectivo, el autobús también puede ofrecerte algunas opciones. Las ciudades con las que Kusadasi está conectada directamente mediante autocares de largo recorrido o de corto recorrido (dolmus) son:
Por desgracia, no existe estación de tren en Kusadasi, ni de alta velocidad ni de línea convencional. La estación de tren más cercana es la de Selçuk (ver la página de Éfeso para más información), por lo que el trayecto desde esta ciudad vecina deberá proseguir después por carretera (20 km aproximadamente).
Como decíamos, el barco es una opción muy elegida por los viajeros que llegan hasta el puerto de Kusadasi. Pero la gran mayoría lo hacen en el marco de un crucero privado, que incluye normalmente las Islas Griegas del Egeo y otros destinos costeros de la península de Anatolia. Sin embargo, quienes deseen acceder a Kusadasi en un ferry de línea regular, la única opción factible es la línea Samos-Kusadasi, operativa principalmente en temporada alta de turismo (de abril a octubre). Y al tratarse de una línea internacional, será necesario que prestes mucha atención a los trámites burocráticos, pues hay formalidades de inmigración que pueden variar según tu lugar de procedencia y que pueden alargar el tiempo real del desplazamiento.
La historia de Kusadasi es, como la de toda la costa turca del Egeo, el relato de un crisol de culturas y civilizaciones, que se suceden unas tras otras: en unos casos por el propio declive interno y, en otras, por las invasiones y conquistas exteriores.
El núcleo más antiguo de lo que hoy es Kusadasi se cree que pudo estar en Yılancı Burnu, la agradable península verde que se ubica junto al centro de la ciudad, y con el tiempo se pudo trasladar a otros puntos del interior. En cualquier caso, a partir del tercer milenio antes de Cristo, por aquí pasaron o se establecieron civilizaciones como los léleges, los eolios o los jónicos.
Por supuesto, estuvo plenamente integrada en el resto de la Anatolia helenística, después de la conquista de Alejandro Magno en el siglo IV a.C. Y lo mismo ocurrió en tiempos de dominación romana. Sin embargo, siempre tuvo un papel secundario, a la sombra del gran puerto de la zona: Éfeso. Sin embargo, a medida que el puerto de Éfeso se fue colmando de sedimentos y fue perdiendo importancia, el enclave de Kusadasi fue sustituyendo paulatinamente a aquel, hasta el punto de ser renombrada como Ephesus Neopolis en época bizantina.
Con el paso de los siglos y antes de que cayera en manos otomanas (siglos XIV-XV), este enclave bizantino quedó bajo la influencia económica de los comerciantes venecianos y genoveses, grandes marineros del Mediterráneo. Y fue en esa época cuando recibió otro de los nombres con los que se conoció a esta ciudad: Scala Nuova (Puerto Nuevo). De hecho, se creó un castillo y guarnición militar en la Isla de las Palomas, que todavía hoy sobrevive.
Durante la época otomana siguió su progresiva expansión, con la ampliación de la ciudad y de su mencionada fortaleza. Para entonces, esta isla (actualmente unida a tierra firme mediante un agradable malecón) era ya su gran seña de identidad, como queda reflejado en el nombre que recibió a partir de entonces: Kusadasi significa en turco “isla del pájaro”, pues su silueta asemeja a la de un ave cuando se mira desde la costa.
No obstante, en el siglo XIX se dio un cierto estancamiento en la ciudad, pues quedó al margen de la línea ferroviaria que pasa por Esmirna-Selçuk-Aydin, cuyas ciudades crecieron al calor de dicha infraestructura.
A comienzos del siglo XX, la ciudad se vio envuelta en el conflicto bélico con Grecia: dada su cercanía con las islas griegas, especialmente con Samos, aquí residía una importante población griega que tuvo que salir del país en el marco del intercambio de poblaciones después de dicha guerra.
En la actualidad, Kusadasi ha desarrollado una importante industria turística, que es uno de los grandes pilares de su economía, como demuestra su puerto deportivo y de cruceros, acogiendo turistas con expectativas altas en lo que a calidad de los servicios se refiere.
Si bien Kusadasi no tiene un patrimonio cultural y monumental tan grande como otras ciudades de la costa del Egeo, sí tiene suficientes atractivos como para reservar algo de tiempo para descubrir su casco urbano y sus alrededores.
Su lugar más icónico es la Isla de las Palomas que, pese a su nombre, ya no es una isla: a este pequeño islote ubicado frente a la costa de Kusadasi se llega mediante un malecón en el que suele haber atracados barcos de recreo. En este lugar está enclavado el castillo de la ciudad, de época bizantina, que conserva todo su perímetro amurallado y su guarnición central, adaptada hoy como pequeño espacio museístico. En la actualidad es un agradable parque muy frecuentado por visitantes y ciudadanos locales. Por su perímetro exterior, además, hay una senda con bonitas vistas de Kusadasi.
Otro espacio agradable para pasear es Yılancı Burnu, la península ubicada al otro lado de la costa: aunque probablemente estuvo habitada siglos o milenios atrás, en la actualidad sólo se conserva alguna estructura defensiva en ruinas. Y para completar un paseo verde por la ciudad, se puede subir a la colina principal de tierra firme, con el mirador Sevda Tepesi, que ofrece la estampa más característica de Kusadasi, así como un monumento al omnipresente Atatürk.
Ya en el casco urbano de la ciudad, destaca su mezquita principal, Kaleiçi Camii, cuya construcción se remonta al siglo XVII, con una enorme cúpula central y un gran minarete de estilo otomano. Además, otra construcción interesante desde el punto de vista histórico es el Öküz Mehmed Pasha Caravanserai, del siglo XVII, lo que supone un buen ejemplo de esta tipología arquitectónica tan característica de Turquía, en la que se mezcla la función defensiva, comercial y de alojamiento.
Y por supuesto, la gran excursión que se puede realizar en los alrededores de Kusadasi es la de Éfeso, una de las joyas turísticas de Turquía y de la que hablamos ampliamente en esta otra página.
Como buen destino de costa, los principales planes que hacer en Kusadasi están relacionados con el mar y con el ocio nocturno. A lo largo de la línea de costa de la ciudad, tanto al norte como al sur del casco urbano, hay interesantes playas en las que darse un chapuzón. Algunas de ellas son de carácter natural, como Green Beach, mientras que otras han surgido de manera artificial pero están bien integradas en el entorno y son muy usadas por los turistas, como la playa urbana situada entre el puerto de cruceros y el deportivo.
Pero sin duda, la playa más famosa y sugerente de Kusadasi es la de las Damas (Kadinlar Denizli), situada al sur del centro. Destaca por su longitud (pues su anchura no es excesiva) y la variedad de establecimientos de restauración en primera línea.
Otro atractivo refrescante para toda la familia es el Adaland Aquapark, uno de los parques acuáticos más grandes de la zona, con grandes toboganes y piscinas tematizadas para pasar una jornada de relax y diversión.
Y al caer la noche, Kusadasi muestra un ambiente animado para quienes desean prolongar la jornada hasta después de medianoche. La conocida como Calle de los Bares (Barlar Sokak) es probablemente la que mayor concentración de locales ofrece, con pubs estilo irlandés, bares de karaoke y otras opciones para charlar o bailar.
Al tratarse de un destino tan volcado con el turismo, en Kusadasi hay una oficina de turismo donde recabar información sobre la ciudad, sus monumentos y su ocio. Se encuentra junto al muelle de cruceros, concretamente en Liman Caddesi, y en él se ofrecen planos, trípticos y otros materiales, con personal que responde a las dudas de los turistas.
La ciudad cuenta con una eficiente red de microbuses urbanos, siendo la 5 la línea más ‘turística’, pues conecta la estación central (otogar) con la playa de las Damas. No obstante, lo más cómodo es moverse en taxi, pues existen paradas por toda la ciudad y siempre disponibles a ofrecer servicio a quienes se desplazan entre su resort y el centro, o incluso para desplazamientos fuera de Kusadasi, como Éfeso y la Casa de la Virgen.
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