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Konya es una ciudad que no siempre forma parte de los grandes circuitos turísticos… por desgracia, pues sus atractivos son numerosos y muy auténticos. Con una reputación de bastión conservador de la religiosidad y las tradiciones, esta ciudad se abre a la modernidad sin renunciar a su pasado y con vocación de mostrársela con entusiasmo a los viajeros que hasta aquí se acercan. Por eso, en esta página te contamos en profundidad por qué merece la pena viajar a Konya o, al menos, detenerse un tiempo si tu ruta te hace pasar por aquí de camino entre Capadocia y la costa.
Konya se encuentra en la región de Anatolia Central y es capital de la provincia homónima. Se ubica en un altiplano (1.200 msnm) a medio camino entre Capadocia y la costa Mediterránea y Turquesa. Su tamaño ha crecido considerablemente en los últimos años, hasta sobrepasar con creces los 2 millones de habitantes.
Si tienes pensado visitar Konya dentro de un circuito por Turquía, estas son las distancias que debes tener en cuenta:
Dada su altitud y su lejanía al mar, en Konya reina un clima muy continentalizado. El invierno es muy frío, con jornadas gélidas y temperaturas negativas incluso durante el día. Las precipitaciones, no obstante, son escasas, pero cuando tienen lugar pueden ser en forma de nieve.
En verano, en cambio, las temperaturas son muy altas, por encima de los 30ºC en muchos casos. Además, la altitud de la ciudad provoca que la radiación solar sea muy fuerte, lo que obliga al viajero a protegerse bien del sol, tanto la piel como los ojos.
Para llegar a Konya desde otros puntos de Turquía e incluso desde otros países, tienes varias opciones, que indicamos a continuación.
Konya cuenta con un pequeño aeropuerto, utilizado no sólo para pasajeros sino también para fines militares. De hecho, esta infraestructura (código IATA: KYA) se abrió al público en el año 2000 y su número de pasajeros aún está lejos de las cifras de otros aeropuertos internacionales turcos: ronda el millón de viajeros al año. Se encuentra a unos 18 km del centro de la ciudad.
Los únicos destinos nacionales con los que tiene conexión directa son Esmirna y Estambul–Sabiha Gökçen. Por lo que respecta a los vuelos internacionales, la mayoría son de carácter estacional: Copenhague (Dinamarca), Ámsterdam, Rotterdam (Países Bajos), Estocolmo (Suecia) y Düsseldorf (Alemania).
Si tienes pensado conducir para desplazarte a Konya, encontrarás muchas opciones para acceder por autovía, pues hasta aquí llegan desde todos los puntos cardinales:
Si prefieres saber los tiempos aproximados de viaje desde estas y otras ciudades de Turquía, puedes consultar este listado:
En Konya hay dos estaciones de autobús, una para líneas de largo recorrido (otogar de Konya, a unos 7 km del centro) y otra para trayectos más cortos, con localidades del entorno (estación de Karatay, más céntrica). Por su ubicación central, la ciudad cuenta con líneas regulares con las principales ciudades del país: Estambul, Ankara y Esmirna, y también con algunos destinos turísticos de renombre, como Denizli (Pamukkale), Göreme (Capadocia) y ciudades de la costa del Egeo y el Mediterráneo, como Antalya o Bodrum.
Esta es sin duda una de las mejores formas de llegar a Konya, puesto que esta ciudad está integrada en la red de ferrocarril de alta velocidad. Además, las dos líneas que llegan hasta aquí lo hacen desde las dos principales ciudades de Turquía (Estambul y Ankara):
Para quienes viajan desde la capital, Ankara, el trayecto dura 1 hora y media, aproximadamente. Desde Estambul, en cambio, son unas 4 horas y media. Todo ello en trenes de lo más confortables, por lo que resulta una experiencia de lo más agradable. Las salidas diarias son media docena desde Ankara y unas tres desde Estambul.
En el futuro, además, está previsto ampliar la red, lo que conectará Konya con Antalya y Capadocia, y eso supondrá otro empujón turístico para esta ciudad de Anatolia Central.
Por su ubicación geográfica, el territorio que actualmente ocupa Konya estuvo habitado desde varios milenios antes de nuestra era, por parte de civilizaciones tan importantes como los hititas, los frigios, los persas o los romanos.
En tiempos de estos últimos, Konya recibía el nombre de Iconio o Iconium, y demuestra su relativa importancia el hecho de ser mencionada en el Nuevo Testamento (visita de Pablo de Tarso) y por ser el lugar de nacimiento de Tecla de Iconio (Santa Tecla), venerada en muchos lugares del cristianismo.
Sin embargo, su momento más importante llegó a partir del siglo XI, cuando pasó a desempeñar el rol de capital del Sultanato de Rum, que fue el primer proyecto político túrquico (en este caso, selyúcida) de lo que hoy es Turquía. Hostigados por los cruzados, consiguieron estabilizar el terreno y expandirse hasta convertirse en un auténtico imperio anatolio en el siglo XIII. No es casualidad que en este periodo de expansión y cénit surgiera aquí su expresión religiosa y folclórica más famosa: los derviches giróvagos.
Por esto y por ser la cuna de los selyúcidas, Konya es concebida como una de las ciudades más emblemáticas para los turcos. Muchas de las construcciones y monumentos visitables en la actualidad nos trasladan precisamente a este periodo clave para la historia del país.
Poco después de la descomposición del Sultanato de Rum, el imperio otomano ocupó su lugar y siguió cuidándola por su simbolismo, promoviendo nuevas mezquitas e infraestructuras. Sin embargo, algunos viajeros extranjeros que la visitaron en el siglo XIX la describen como un lugar en decadencia, aunque también fue objeto de inversiones en sectores como la industria textil y la minería.
Ya en el siglo XX, Konya ocupó un lugar destacado en la Guerra de la Independencia turca, localizándose aquí una importante base aérea. En 1923, en el marco del intercambio de poblaciones entre Grecia y Turquía, los varios miles de griegos que aún vivían aquí se vieron forzados a salir.
Dado el carácter espiritual y tradicional de Konya, la mayoría de lugares de interés a visitar están relacionados con la religión y el folclore. Por ello, al tratarse muchos de ellos de lugares sagrados, el acceso puede tener restricciones a quienes no profesen el Islam.
Sin duda, el gran polo de atracción para viajeros turcos y extranjeros, para musulmanes y no musulmanes, es el Museo Mevlana: esta construcción, cuyos orígenes se remontan al siglo XIII, fue el lugar de reunión de los derviches giróvagos y alberga la tumba de su gran creador: Celaleddin Rumi (Mevlana). Por ello, tiene un carácter sagrado y de peregrinación, por considerar a este poeta como un personaje prácticamente divino.
Algunos de los lugares más destacados del Museo Mevlana son el mausoleo, la sala de la tumba de Mevlana (acompañada de las de otros miembros de su círculo personal), la cocina (matbah) que se mantiene como la utilizó el propio Mevlana, las celdas de los derviches y la mezquita (sólo para fieles).
Las mezquitas de Konya son también auténticas joyas de la historia y la arquitectura, pues muchas de ellas se remontan a la época selyúcida, cuando esta ciudad alcanzó su cenit como capital del Sultanato de Rum. Estas son las más destacadas:
No menos interesantes son las madrasas, es decir, las escuelas coránicas donde estudian los futuros imanes y otras personalidades relacionadas con la religión. Y al igual que las principales mezquitas, éstas son también históricas y en muchos casos se remontan a la época selyúcida. Y la ventaja de estos espacios es que suelen tener menos restricciones para los no creyentes que en el caso de las mezquitas.
Una de las más destacadas, la de Karatay, es también un museo, lo que permite deleitarse con el exterior y con el interior de esta construcción del siglo XIII, así como de su colección de cerámicas, pues también recibe el nombre de Museo del Azulejo. Otra de las madrasas más bonitas es la de Sircali, también del siglo XIII, con una espectacular puerta labrada en piedra, con arco apuntado enmarcado en alfiz.
Por otro lado, en el plano de las visitas culturales, los museos de la ciudad ocupan un lugar destacado, dedicados a diferentes temáticas:
De nuevo, algunas de las propuestas más interesantes para hacer en Konya están relacionadas con la tradición. En concreto, presenciar un espectáculo de derviches giróvagos: aunque estas danzas místicas se representan en otras ciudades de Turquía e incluso del mundo musulmán, no hay otro lugar más sagrado y simbólico para presenciarlo que en Konya. En diciembre se celebra un festival dedicado a ello, que dura varias semanas, pero también es posible presenciarlo el resto del año en el Centro Cultural Mevlana.
Para quienes quieran un plan más distendido e incluso infantil, hay algunas otras opciones. Una de las más sorprendentes es el Konya Tropical Butterfly Garden, que es un recinto con jardín donde convive una espectacular variedad de mariposas traídas de diferentes latitudes. En total, son miles los ejemplares de unas 45 especies distintas.
Otra propuesta interesante que suele gustar a los más pequeños es el Museo de Ciencia (Konya Bilim Merkezi en turco). Se trata de un centro multidisciplinar donde se puede conocer y reflexionar sobre aspectos muy básicos de la ciencia: desde la robótica a la astronomía, pasando por la anatomía y mucho más. Y no sólo cuenta con exposiciones inmersivas e interactivas, sino que también se organizan talleres.
Por último, si dispones de vehículo para desplazarte fuera de la ciudad, la excursión más interesante es la de la mencionada Çatalhoyuk. Este yacimiento arqueológico se encuentra a unos 48 km de la ciudad y su importancia radica en su antigüedad (VII milenio a.C) y en su récord: el de ser, según diferentes expertos, la primera ciudad del mundo. Por ello, su visita debería ser obligada para los amantes de la historia.
Konya dispone de una oficina de información turística, ubicada en la zona de Aslani Kisla Caddesi. Encontrarás personal con ganas de atender en varios idiomas y un gran abanico de mapas, folletos y otros materiales informativos.
Konya es una de las pocas ciudades turcas que dispone de tranvía, y aquí se presenta como una opción de transporte útil y siempre disponible, pues circulan las 24 horas del día (aunque de madrugada reducen su frecuencia). Además, sus líneas dan servicio a los lugares de mayor interés para los turistas, como son el Museo Mevlana, el Centro Cultural Mevlana, la estación de autobús o Alaaddin Tepisi.
Los autobuses urbanos (dolmus) son la otra opción de transporte colectivo para moverse por Konya, con una red mucho más ramificada que la de los tranvías. Y para los casos en los que se necesite un desplazamiento inmediato o donde no lleguen dichas redes, el taxi será de gran ayuda.
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