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COMBINADOS CON GRECIA

Circuitos combinados por Turquía y Grecia: viaje a lo más mítico de la civilización y la naturaleza

Visitar, en un mismo viaje, Turquía y Grecia es una propuesta incomparable, en todos los sentidos: por sus innegables diferencias, pero también por sus sorprendentes semejanzas, fruto tanto del pasado como del presente. Contrastes y puntos en común que tienen que ver con la historia, la gastronomía, la religión y, sobre todo, con el mar que los une y separa: el Egeo. De todo ello y mucho más se componen nuestros circuitos combinados por Turquía y Grecia, que admiten muchas combinaciones en cuanto a transportes, servicios y hoja de ruta.

Grecia y Turquía: del amor-odio a la cooperación

No se puede negar que la relación entre ambos territorios ha pasado por altibajos a lo largo de la historia, con momentos de auténtica comunión pero también con episodios de lo más doloroso. Pero el interés común en el progreso y el bienestar de su población se ha impuesto…para beneficio de los turistas extranjeros, que pueden ahora concebir los circuitos combinados por Turquía y Grecia como un viaje unitario y fascinante. 

Un primer momento de andadura conjunta y fructífera se dio en la Antigua Grecia. Si bien este nombre hace referencia a la Península del Peloponeso como centro neurálgico de aquella civilización, en realidad una buena parte de Anatolia también quedaba bajo dominio y/o influencia griega, especialmente en la costa turca del Mar Egeo. Un destino común que se mantuvo con la civilización posterior, la romana, e incluso con sus herederos, los bizantinos.

Por ello, el viajero encontrará poderosas similitudes entre las Acrópolis de Atenas y de Pérgamo, entre los teatros de Dioniso y de Hierápolis, o entre las esculturas del Partenón y las del museo arqueológico de Éfeso. Otros destinos muy helenizados fueron Bodrum (Halicarnaso) y Esmirna, donde la huella del pasado sigue estando presente en sus yacimientos arqueológicos. Pero sin duda, el yacimiento por antonomasia es Troya, cerca de la ciudad turca de Çanakkale, donde se mezclan lo histórico y lo mítico, como narró Homero en la Ilíada.

El imperio bizantino, siglos después, también supone un episodio compartido en la historia de ambos países: esta civilización fue heredera de la romana, pero con religión cristiana ortodoxa, con lengua griega y con capital en Constantinopla, es decir, Estambul. Por ello, el viajero encontrará similitudes entre las magníficas cúpulas de Santa Sofía y la Pequeña Sofía de Estambul (anteriormente basílicas cristianas) con, por ejemplo, las de las iglesias ortodoxas de Santorini, pues en ambos casos simbolizan el cielo. 

Con la irrupción del imperio otomano y la conquista de Constantinopla en 1453, cambiaron las tornas: fue este imperio musulmán el que pasó a conquistar y dominar el mundo griego, incluidas las islas del Egeo, aunque con momentos de resistencia, como los intentos conquistadores de los cruzados, que dejaron ejemplos de su empuje militar en castillos como el de Rodas. 

Sin embargo, el sentimiento nacionalista griego y su deseo de independencia cristalizó en la llamada Guera de Independencia Griega en 1820-21, cuyo resultado configuró grosso modo los límites territoriales de la Grecia actual. Y un siglo después, tras la Primera Guerra Mundial y la caída del imperio otomano, fue Turquía la que avivó su propio movimiento nacionalista con Atatürk a la cabeza: la Guerra de Independencia Turca, en respuesta a las pretensiones expansionistas griegas en Anatolia, configuraron la geografía de la Turquía actual.

Este siglo de conflictos y hostilidades desembocó en un episodio trascendental: el intercambio de poblaciones. Ese pacto, acordado en 1923, supuso que los griegos asentados en territorio turco y los turcos de territorio griego (que eran numerosos en ambos casos) regresaran a sus países de origen. Con ello, la influencia mutua de ambas poblaciones quedó fuertemente limitada.

No obstante, todavía queda mucho de esa influencia e intercambios culturales, forjados durante siglos. El viajero más observador lo percibirá en aspectos tan variados como la gastronomía o la música, pero también en otros como las embarcaciones marítimas o incluso los rasgos faciales de la población.

Durante el siglo XX, las relaciones políticas no fueron precisamente distendidas, con factores de desencuentro como el control migratorio. Pero ya en el siglo XXI ha irrumpido un fuerte elemento de unión: la economía y, más concretamente, el turismo como motor generador de riqueza. El acercamiento diplomático sellado entre ambos gobiernos a partir de 2023 es un buen ejemplo de ello. Pero más significativa es aún la colaboración público-privada para hacer posible cruceros y circuitos combinados por Turquía y Grecia, como los que puedes encontrar en esta misma página.

Paisajes naturales de fuerte contraste

En el plano natural, ambos países tienen también elementos en común, aunque predominan los contrastes entre uno y otro. Y eso es precisamente lo más atractivo a ojos del viajero. Grecia, pueblo marinero por antonomasia, ofrece paisajes marítimo-terrestres de belleza sin igual, especialmente en las Islas Griegas del Mar Egeo. Aquí, pequeñas islas e islotes emergen verdes de las aguas cristalinas, conformando bahías, calas e istmos de poderoso encanto. 

Este paisaje tiene su correspondencia en la costa turca del Egeo y en la Costa Turquesa, por donde navegar a bordo de una goleta supone un placer sin igual. Sin embargo, el gran tamaño de Turquía propicia la existencia de otros muchos paisajes naturales, al alcance del viajero por medio de estos circuitos combinados. Por supuesto, las caprichosas formaciones rocosas de Capadocia, en forma de chimenea de hadas y galerías rupestres. Pero también las terrazas de travertino de Pamukkale o las montañas nevadas cerca de Bursa (Uludag).

Por todo ello, los amantes de la naturaleza tendrán muchos alicientes para sumarse a un circuito combinado por Turquía y Grecia, con la cámara siempre lista para inmortalizar amaneceres y atardeceres salvajes en bosques mediterráneos, o para avistar golondrinas, currucas y otras aves migratorias en las Islas Griegas.

Dos países, múltiples rutas

Los circuitos combinados por Turquía y Grecia admiten rutas muy variadas, en función de la duración y de los puntos de partida y llegada. Las propuestas van desde circuitos exprés de apenas una semana para visitar las dos principales ciudades de ambos países (Estambul y Atenas) hasta más de dos semanas para incluir una navegación en crucero o destinos alejados entre sí. Además, existen dos opciones para la ruta:

  • Circular, con inicio y fin en Estambul o Atenas: será suficiente sacar un simple  billete de avión de ida y vuelta. En el caso de elegir Estambul, los viajeros que necesiten visado tendrán que solicitar uno de entradas múltiples, pues se abandona Turquía a mitad de ruta para volver a entrar después
  • Lineal, con inicio en Turquía y final en Grecia, o viceversa: es una opción que permite optimizar mejor el itinerario, pero los billetes de avión pueden resultar más caros y se deben sacar de manera independiente entre sí

 

Por lo que respecta a la parte turca del circuito, los principales destinos son los que explicamos en profundidad en esta web. Estambul se erige como parada imprescindible, que puede ser a su vez inicio y/o fin de la ruta, con monumentos tan icónicos como Santa Sofía, la Mezquita Azul o el Palacio de Topkapi. Capadocia y las chimeneas de hadas del Parque Nacional de Göreme brindan un sinfín de estampas inolvidables. Lo mismo que las terrazas blancas de travertino de Pamukkale y las ruinas grecorromanas de Hierápolis. Éfeso es otro de los grandes recintos arqueológicos de Turquía y del mundo, que añade el atractivo de la cercana Casa de la Virgen. Y en el interior de Anatolia, lugares como Ankara y Konya también pueden hacerse hueco, con todo merecimiento.

En cuanto a la parte griega del circuito, los destinos a visitar también son variados. Una opción estrella, presente en muchas rutas, es la del crucero por las Islas Griegas. Con salida desde el puerto turco de Kusadasi. te llevará por lugares tan idílicos como Santorini, Mykonos o Patmos. En ellas, encontrarás la combinación perfecta de vestigios arqueológicos, construcciones militares medievales, iglesias ortodoxas con encanto, playas paradisíacas y ambiente nocturno. Y por supuesto, la capital, Atenas, es otro de los destinos más populares de estos circuitos: la Acrópolis, con su Partenón al frente, supondrán uno de los momentos cumbre del viaje. A esta ciudad podrás llegar en barco pero también en avión, pudiendo servir como aeropuerto de inicio o de fin de ruta, como en el caso del aeropuerto de Estambul.

Estos son nuestros tours combinados

Para comprender la variedad de rutas y opciones de estos circuitos combinados por Turquía y Grecia, nada mejor que echar un vistazo a nuestro catálogo de tours. Aquí puedes consultar los paquetes que tenemos ya configurados en la actualidad, aunque podemos personalizarlos en función de los gustos, preferencias y necesidades de cada cliente, añadiendo servicios y destinos.