Santos en Turquía: en qué destinos encontrarlos

Muchos son los viajeros que emprenden viajes de peregrinación a Asia Menor. Y razones no les faltan: aquí nacieron o por aquí pasaron algunos de los personajes más venerados por el cristianismo. En este post enumeramos algunos de los principales santos en Turquía: algunos disponen de santuario, mientras que otros están presentes sólo mediante la evocación a su labor en el territorio de lo que hoy es Turquía.

San Pablo de Tarso

San Pablo de Tarso merece ocupar el primer lugar de este listado porque, de todos los santos nacidos en Turquía, es el más importante. Aunque no hay consenso acerca de si conoció personalmente a Cristo, sí fue su contemporáneo y fue clave en la primera difusión de la nueva religión. De hecho, aunque no fue uno de los 12 apóstoles originales, para este santo también se emplea ese término, concretamente el de ‘apóstol de los gentiles’, por sus predicaciones en determinadas ciudades de la Anatolia de aquel entonces: Iconio (Konya), Antioquía de Psicia o Listra. En todas ellas encontrarás la huella de este santo, pero en ninguna está tan presente como en Tarso, su lugar de nacimiento, donde aún se conservan los restos de su casa, con especial mención al pozo.

San Juan

San Juan es otro de los santos ligados para siempre con la actual Turquía. Y lo es por tres razones: por sus referencias a las siete iglesias en el Libro del Apocalipsis, por haber ayudado a la Virgen María a establecerse un tiempo en Éfeso, donde hoy se encuentra la Casa de la Virgen, y por ser su lugar de fallecimiento, motivo por el cual se erigió aquí una gran basílica aquí en tiempos de Justiniano (siglo V). Por lo que respecta al Apocalipsis, es cierto que existen discrepancias sobre si el San Juan que lo redactó fue el apóstol o bien otro personaje denominado San Juan de Patmos, quien estuvo desterrado en dicha isla y donde redactó las cartas que interpelan a las siete iglesias (comunidades de fieles). En cualquier caso, viajar por dichas iglesias, hoy ciudades o recintos arqueológicos, es una manera de evocar a San Juan: Esmirna, Pérgamo, Tiatira, Sardis, Filadelfia, Laodicea y Éfeso.

San Pedro

El apóstol receptor de las llaves de la Iglesia, confiadas directamente por Jesucristo, terminó sus días en Roma, motivo por el que es santo patrón de aquella ciudad. Pero de camino hacia ella, tuvo tiempo de detenerse en Asia Menor y protagonizar algunos importantes episodios. Por ejemplo, la considerara primera reunión de cristianos en Antioquía, en cuyo lugar hoy se encuentra la Gruta de San Pedro. Llegó a ser obispo de la ciudad, donde también encontró a San Pablo.

San Bernabé

Otro santo fundamental para el cristianismo y para Turquía: fue uno de los 12 apóstoles y se asoció con San Pablo para difundir la palabra de Jesucristo, especialmente en Tarso, así como en Iconio (Konya) y otras poblaciones del entorno. También estuvo presente en Antioquía en las primeras reuniones cristianas.

San Felipe

Su relación con el territorio de la actual Turquía es que este apóstol realizó labor evangelizadora en Hierápolis, junto a su hermana Mariamne, aunque pronto sufrió martirio y perdió aquí la vida, atado a una cruz, colgado y lapidado. Y el lugar concreto en el que sufrió martirio se encuentra hoy en el recinto arqueológico de Hierápolis, lo que representa uno de los puntos con mayor carga emocional para los cristianos que visitan el país.

San Jorge

Por último, hacemos mención a uno de los santos más venerados de todo el cristianismo, San Jorge, pues era natural de Capadocia. No obstante, pronto marchó hacia Tierra Santa y allí hizo carrera como militar. Su sepultura está en Lod, hoy Israel, epicentro de su veneración. Dicha veneración alcanzó su cénit en la Edad Media, con el auge de las Cruzadas, pues su labor como guerrero a caballo, con leyendas como la muerte del dragón, inspiró a los caballeros medievales. En la ciudad de Diyarbakır se encuentra quizás la principal iglesia dedicada al santo en el país, aunque en ruinas.

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