Como hemos contado en otros posts de este blog, la historia de Turquía está presente en muchos aspectos de la cultura occidental, por sorprendente que parezca: el caballo de Troya o el lugar donde encalló el Arca de Noé son algunos ejemplos de ello. Pero hay muchos más. Y en este post nos detenemos en la sorprendente relación entre el pergamino y Pérgamo, antigua ciudad ubicada en el actual territorio turco. Te lo contamos.
Un nombre que delata, pero engaña
Al leer la palabra pergamino y entender su significado original (del latín pergamīnum, es decir, “de Pérgamo”), uno puede pensar que el pergamino se inventó en Pérgamo. Pero no es así: el pergamino recibe este nombre porque en esta ciudad se encontraba la industria productora donde este producto alcanzó la mayor calidad, y por extensión se comenzó a usar ese término desde varios siglos antes de Cristo.
Sin embargo, se sabe que con anterioridad se usaba ya pergamino en otros lugares del mundo, en particular en el Antiguo Egipto. Además, parece que sus orígenes están en el Lejano Oriente. Sin embargo, el pergamino dio fama mundial a Pérgamo, apoyado en Eumenes II y la Biblioteca de Pérgamo, una de las más grandes de la Antigüedad, rivalizando con la mayor del mundo: la de Alejandría, que basaba su archivo en rollos hechos en el soporte alternativo, más popular y económico, es decir, el papiro.
El momento de máximo esplendor del pergamino tuvo lugar en tiempos del Imperio Romano, aunque no fue hasta el siglo III o IV cuando empezó a desplazar notablemente a su gran rival, el papiro. Para entonces, la producción de pergamino estaba ya muy extendida, ganando cada vez más terreno su empleo en códices (codex), en lugar de rollos.
Pergamino frente al papiro y al papel: materiales y relación
Como decíamos, el pergamino acabó desbancando al papiro por su mayor calidad y durabilidad. El pergamino se trata de un soporte hecho a base de piel de animal estirada, especialmente cordero y otras especies, sobre todo de individuos muy jóvenes o incluso nonatos. Para ello, se debe trabajar la piel hasta dejar sólo la dermis, capa sobre la que realmente se escribía.
El papiro, en cambio, se elabora a partir de la planta Cyperus papyrus y, al tratarse de fibras vegetales, eran más sensibles a la rotura y el deterioro en general. Además, el pergamino permitía la escritura sobre las dos caras, algo que no era posible en buenas condiciones en los papiros.
Pero a su vez, el pergamino tuvo que convivir con otro soporte fundamental: el papel. Si bien su invención se circunscribe a la China del siglo II d.C, los árabes conocieron la técnica del papel, a base de pasta de madera de árbol y la difundieron por el resto del mundo a partir del siglo VIII. De esta manera, el pergamino fue quedando relegado a usos especiales, para libros de mayor calidad y significación, dejando el papel para libros más corrientes.
Los pergaminos en la Bergama actual
La refinada industria del pergamino es motivo de orgullo para los ciudadanos de Bergama, la ciudad posterior surgida en la parte baja de la antigua Pérgamo. Pero las referencias a ello son escasas, tanto en el recinto arqueológico de la acrópolis como en el Museo Arqueológico de Bergama, donde se trata a fondo la historia de esta ciudad.
En cualquier caso, si visitas el recinto arqueológico de Pérgamo con un guía habilitado, a buen seguro que podrá contarte detalles de interés sobre los talleres de producción de este material, o si exploras las tiendas de la ciudad quizás puedas hacerte con algún artículo artesanal que se inspire en este soporte que dio fama mundial a la ciudad.