Muchos son los viajeros que se preguntan dónde está Halicarnaso, especialmente los amantes del mundo antiguo que han oído hablar de aquella ciudad donde se ubicó el Mausoleo, una de las Siete Maravillas del Mundo Antiguo. Y resulta lógica la duda, pues ya no existe como tal y en su lugar se levanta otra ciudad posterior, con otro nombre pero igualmente llena de encanto. Aquí te lo contamos.
Dónde está Halicarnaso: ubicación
La antigua Halicarnaso es hoy Bodrum, una ciudad de unos 200.000 habitantes situada en la provincia de Mugla, en la región del Egeo. Es decir, una ubicación costera con mucho encanto por sus suaves colinas verdes, sus aguas claras y sus casas bajas, hogar de pescadores en el pasado y tranquilas villas vacacionales en el presente. Se encuentra a unos 230 km de Esmirna y unos 700 km de Ankara y Estambul, las tres ciudades más importantes de Turquía.
La siguiente duda que le puede asaltar al viajero es por qué Halicarnaso ya no se llama así. Esto se debe a que, tras su periodo de esplendor en la Antigüedad, Halicarnaso fue entrando en una progresiva decadencia hasta entrar en la época bizantina, acentuada por ataques de bárbaros, piratas y árabes, así como terremotos que, por cierto, destruyeron el famoso Mausoleo.
De esta manera se llegó a 1402, cuando los caballeros cruzados de la Orden de San Juan construyeron el castillo de San Pedro, aprovechando un momento de debilidad de los sultanes otomanos por la invasión turcomongola del temible Tamerlán. Para dicha construcción, que contó con el permiso del sultán Mehmet I, se emplearon sillares reutilizados del famoso Mausoleo. De su nombre en latín, Petronium, deriva el nombre actual de la ciudad, y el castillo fue definitivamente tomado por los otomanos, en tiempos de Solimán el Magnífico, tras la conquista en 1522 de Rodas, donde la mencionada orden tenía su sede.
¿Merece la pena visitar Bodrum, la antigua Halicarnaso?
Sí, sin duda. Pero debes saber que, si vienes hasta aquí en busca de riqueza arqueológica, descubrirás que los vestigios no son tan numerosos ni están tan bien conservados como los de otros recintos de la región, como Éfeso o Pérgamo. En cualquier caso, se conservan interesantes restos de la antigua Halicarnaso, que sabrás apreciar sobre todo si los visitas acompañado de un guía profesional.
Por supuesto, el gran monumento antiguo de Halicarnaso fue el Mausoleo, mandado construir en el siglo IV a.C por Artemisia II de Caria para rendir homenaje a su difunto esposo, Mausolo, sátrapa de esta región bajo dominio de los persas. Tan monumental e impactante fue esta construcción funeraria que su nombre, mausoleo, empezó a usarse para designar monumentos similares. En la actualidad, el yacimiento en su ubicación original lo componen algunos pocos restos junto con un pequeño centro de interpretación, mientras que los hermosos relieves del friso se exponen en el Museo Británico de Londres.
Más imponente y reconocible es el Teatro Antiguo, construido en el siglo IV a.C, de modo que es uno de los pocos recintos de este tipo y antigüedad que se conservan en Turquía en la actualidad. Se aprecia un notable trabajo de reconstrucción en tiempos modernos, pero eso permite que se siga usando para eventos culturales, como conciertos. Además, su graderío frente al mar otorga unas agradables vistas.
Y a decir verdad, poco más queda de la antigua Halicarnaso, salvo los restos de la puerta de Myndos, mandada construir por el mencionado Mausolo como parte de la muralla defensiva de la ciudad.
Pero viajar hasta aquí también tiene el encanto de visitar otros monumentos posteriores, como el castillo de los caballeros hospitalarios de San Juan (que hoy alberga un interesante museo de arqueología submarina) y respirar el ambiente de un antiguo pueblo de pescadores que se convirtió en localidad de retiro de intelectuales y un agradable destino de sol y playa en la costa del Egeo.